Desde que salimos del vientre materno, las personas demandamos el contacto físico. Absolutamente todas las personas necesitamos que nos abracen, nos besen, nos acaricien…. Pero no solo es una necesidad para los bebés, también lo es para el resto de personas, en cada momento de nuestra vida. Los seres humanos necesitamos el contacto con otros seres, tanto como el aire que respiramos, necesitamos tocar y que nos toquen, acariciar y que nos acaricien.
Cuando escuchamos la palabra caricia, pensamos generalmente en expresiones de afecto, demostraciones de amor que brindamos a nuestros seres queridos y viceversa, pero realmente las caricias implican mucho mas, son estímulos, toque y reconocimientos, el combustible de la conducta humana. De hecho, el sentido del tacto, es el sentido más importante de la sexualidad.
¿Por qué son importantes los masajes eróticos?
Los masajes eróticos son de gran importancia para los seres humanos y algo que necesitamos, pues nos aporta calidez, estimulación, bienestar, amor…. En este tipo de masajes interviene todas las partes del cuerpo, pues se trata de deslizamientos de un cuerpo desnudo sobre otro cuerpo desnudo, lo que transmite innumerables sensaciones placenteras.
Con los masajes eróticos conseguimos que cada persona tome consciencia de su propio cuerpo y del disfrute que este experimenta al ser acariciado. Esto nos ayuda a subir la autoestima, a conocer nuestras zonas mas sensibles de nuestro cuerpo y a descubrir nuevas zonas erógenas.
No hay una sola forma de hacer un masaje erótico como no existe una sola forma de acariciar, hay tantas formulas como nuestra imaginación nos permita. Cada persona es única y tiene sus propios puntos clave en su cuerpo que la erotizan y le hacen sentir placer. Lo más importante es explorar y descubrirlos.
Por lo tanto, traspasa tus límites, abre tu mente y tu cuerpo a todo lo que las caricias te pueden ofrecer, déjate llevar y date permiso para sentir…Solo de esta manera podrás descubrir todo lo que las caricias, en su amplio sentido, te pueden aportar.
